En los soportales: Impaciencia

domingo, 13 de octubre de 2013

Impaciencia

Camino por una senda y
quiero más.

Me despisto, me pierdo y
quiero más.

Me reencuentro, conozco y
quizás aprendo y
quiero más.

Camino y camino y pienso y
quiero más.

Me sorprendo,
¿de qué te sorprendes? y
sigo queriendo más.

Más, quiero más,
quiero más.

Te busco y te confundo.
Te confundo, te confundo y
quiero más.

Te miro, y te miro
sólo te miro y
quiero más,
¡QUIERO MÁS!

Te encuentro en unos ojos
que me miran de reojo y
quiero más.

Te digo que quiero más.
Te lo grito: ¡QUIERO MÁS!

Te veo en tu mirada
y quiero más.

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Jirones

XLVIII. Ausencias

Los otros seres vivos, con los que algunos tenemos la suerte de compartir la vida, y apreciar lo que nos dan más allá de cuestiones materiales, son la expresión esencial, pura y genuina del amor verdadero. En sus pequeños o grandes cuerpos no cabe maldad, inquina, rencor o doblez. Son seres desvalidos a nuestra merced, a la voluntad del ser humano que en cuestión desee en su pro o en su contra. Y junto con el corazón del niño pequeño, no hallaremos amor más puro en los días de nuestra existencia. Por eso, solo sabe de la tristeza de su ausencia quien ha sabido de este amor.

XLVII. Ser, y no tener

En el momento de la partida sólo llevaremos con nosotros la huella que dejemos en los demás.

XLVI. Vida

Nos toca levemente y nos regala su aliento, pero no es nosotros mismos. La veneramos y transgredimos como si fuera nuestra pero la vida es supremo don que nos trasciende. (No somos más que su capricho, del cual no quedará ni el más minúsculo recuerdo).

XLV. La historia

La historia de la Humanidad se construye con las grandes culturas que han sido engullidas por el gigante imperial. De ellas, apenas nos queda nada, tan solo su esencia, que sutil y callada ha ido construyendo nuestra propia identidad. No somos el imperio, sino cada palabra callada que nos compone.

XLIV. Música

¿Qué habría sido de nosotros si el único lenguaje que habláramos fuera la música? La bondad que nace de la emoción que provoca inundaría el mundo. Nos hubiéramos salvado.

XLIII. El miedo

La soledad invade las calles y la alegría ha abandonado el lugar.

Septiembre. El mes del miedo a dejar atrás la luz y el calor.

XLII. Enseñar

Crecen y viven su vida. Mi sitio es un lugar remoto del recuerdo. No lo saben, pero son gran parte de mi vida.

XLI. El silencio

A los pies del silencio de ahí arriba solo existe un insignificante ruido.

XL. Momentos

Hay instantes, pequeños y grandes momentos. La vida son esos grandes momentos que apenas duran un instante pero que consiguen acallar el ruido de aquí abajo y mostrarte el silencio verdadero de las alturas.

XXXIX. Tenerlo todo

No podemos tener todo en la vida, pero hay que vivirla como si ese fuese el único objetivo.

XXXVIII. Mirar

Mirar a los ojos es asomarse al abismo de la creación.

XXXVII. LA BELLEZA

Porque solo vemos la belleza cuando la llevamos dentro, es preciso mirar hacia fuera, para encontrarse a uno mismo en cada detalle.

XXXVI. REGRESOS

Regresos con sabor a fracaso.

Regresos cada día, repetitivos, una y otra vez,

tras días, meses, años, siglos,

siempre ese amargo sabor a fracaso.

XXXV. CONSECUENCIAS

Pasamos la vida sobre una ola de monotonía, sin pensar que en cada uno de nuestros actos conviven unas consecuencias que recaen sobre los otros.

XXXIV. ALMAS

Un corazón que sangre al ritmo de mis latidos,

y que llore sus mismas lágrimas,

y que cante los mismos himnos.

XXXIII. VERDAD

Solo es verdadero aquello que es eterno. En lo efímero y caduco no puede haber verdad.

XXXII. HUMANIDAD

Son los amantes y defensores de los animales los más humanos de la especie humana. Capaces de sentir compasión y compromiso por nuestros hermanos menores, cómo serían capaces de dañar a cualquier género de vida.

XXXI. VIDAS

Hay vidas que caminan junto a la tuya, casi rozándola pero sin llegar a cruzarse. Y es triste mirarlas así: tan cerca pero tan lejos. Es triste cuando el deseo de que se crucen existe.

XXX. CONOCER

Hay personas que por más tiempo que pasen a tu lado, jamás llegan a saber quién eres, aunque seas un libro abierto.

Hay personas que por más que intenten esconderse, acaban dejando patente qué clase de personas son en cada momento.

XXIX. AMOR

El amor es la mejor medicina. Nada comparado con unos brazos que acunen. Nada como el amor, nada como sentirse amado.

XXVIII. IGNORANCIA

Permanecer en la ignorancia es faltarse el respeto a uno mismo. Venimos al mundo con una única responsabilidad: cuidar de nosotros mismos. Ese cuidado pasa por salir del desconocimiento y la estupidez a las que nos somete una sociedad con múltiples taras desde sus raíces. El empeño de hacernos mejores personas desemboca irremediablemente en la mejora de los demás y dicha sociedad. Tenemos los medios y las capacidades para hacerlo, por tanto, faltar a ese precepto es el mayor crimen que se puede cometer contra uno mismo y la propia Vida.

XXVII. PALABRAS Y AMOR

Las palabras más sublimes

son escritas en nombre

del amor y la injusticia.

¿Acaso no es esta la ausencia del otro?

XXVI. EN SUEÑOS

Soñar un sueño del que no

quieres despertar.

Después solo queda recordarlo

y recrearlo todo el día.

¿Será eso vivir en un sueño?

XXV. TRISTEZAS

Para tristezas las mías.

No vengas tú, gris invierno,

a creerte el protagonista.

XXIV. LA MUERTE

Vivimos con la conciencia de la muerte,

pero no con la de que un día hemos de morir.

XXIII. MUNDOS

Existe un mundo real, lleno de vida: agua, plantas, tierra, otros seres. También existe otro mundo no real, inventado, limpio, desinfectado, aséptico, muerto.

XXII. ¿CON QUÉ OJOS ME MIRAS?

Te miro con los ojos del infinito, de la eternidad.

¿Con qué ojos me miras tú?

XXI. NO SABER JUGAR

Triste es el juego al que jugamos tristemente, porque no sabemos embaucar al tiempo.

XX. VACÍO

Si el vacío que dejan las ausencias voluntariosas

que sin permiso se presentan

se llenara de músicas,

no tengo muy claro que melodías sonarían.

Mi pena añora la alegría de una sinfonía

pero emite los lastimeros acordes

del Réquiem de Mozart.

XIX. DESNUDO

Vienes al mundo desnudo como un sarmiento, y te cubres la piel con los ropajes del apego y el afecto.Te confundes, irremediablemente, porque piensas que así es la vida, cuando la triste realidad es que estás solo.

Vienes solo y te irás solo.

XVIII. TÚ

- ¿Te puedes enamorar dos veces de la misma persona?

- Con toda certeza, sí,siempre que se trate de ti.

XVII. INSOMNIA

Qué tiene la vida de real. Camuflada siempre tras el caleidoscopio de las emociones.Sometidos a un estado de somnolencia impuesto por la realidad... ¿dónde queda lairrealidad de la existencia? ( 26 de marzo de 2013)

XVI. PASADO

Voy de la mano de la niña que fui,de la niña que aún soy. El pasado viene a ponerte de frente.¿Serás capaz de mantenerle firme la mirada?

XV. CIRCUNSTANCIAS

Las circunstancias hacen a las personas como son si se dejan llevar por su imposición.Pero si no lo hacen, la persona triunfa,y se mantiene por encima de las circunstancias.

XIV. PALABRAS

Hablo unas palabras que no sé de donde vienen y pienso que quizás no sea yo la que habla...

XIII. YO

No pretendo que nadie me entienda. Más vivir y sentir y liberar así al yo verdadero, al yo real.

XII. EL AMOR

Cuando el amor entra por la puerta,

la cordura salta por la ventana.

XI. VIDA

El pasado no se puede recuperar, pero se pueden almacenar cachitos;para luego, algún día, en el futuro, cogerlos y pegarlos.Verás la vida pasar como en fotogramas de una película.

La vida hay que aprender a vivirla.

X. LLUVIA

La lluvia me llora

porque quiere que hagamos el amor,

en mitad de la noche

y en medio de ningún lugar.

IX. BESOS

Se dirige a mí como si tuviese algo importante que decirme...,

y lo único que tiene son besos para regalarme.

VIII. UNIÓN

Me uno a tí implacable

en un lóbrego juego de dación.

VII. ESPERANZA

Me niego a que la desesperanza se adueñe de mí...Llevaré siempre mis gafas especiales que me hagan ver el mundo de colores,sabiendo que todo, absolutamente todo, acaba teniendo un final. Sólo es cuestión de tener paciencia y esperar que llegue,disfrutando lo bueno y sobrellevando lo malo con la mejor cara posible.

VI. CONSUELO

El mayor consuelo son las palabras.

Las palabras son el consuelo inmediato,

el tiempo el consuelo a largo plazo.

Llora, llora y libera tu corazón de la pena,

pero no llores para ahogarlo en ella.

V. ACTOS

Mucho cuidado con tus actos,

porque siempre llevarás contigo tu pasado.

IV. ENAMORARSE

Y otra vez me he vuelto a enamorar de la persona equivocada.

Tan equivocada, tan equivocada...

que no era ni ella.

III. BRAZOS

Y, de pronto, pareces un bebé,

necesitado de unos brazos que te acunen.

II. LÁGRIMAS

Vi lágrimas furtivas manando de unos ojos meláncolicos. Melancolía de tiempos lejanos, de juventud, de fiesta, de alegría..., de amistad.

I. PALABRAS Y YO

Hablo desde mi sitio... pero no soy yo. Las palabras vuelan de mi boca, impregnando todo el aire de la habitación, pero no son yo. Mi yo es mucho más que las palabras.

Mi copyright

Cualquier expresión del mundo interior procede de un acto de necesidad. La sensibilidad, la empatía, la rebelión o el amor, son emociones que, en ocasiones, una vez sentidas sobrepasan las fronteras de ese mundo interior y tienen que volar fuera, libres. Por ello, cada palabra escrita aquí, procede de una experiencia propia, personal y absolutamente subjetiva. Podrás copiar aquí y ahora, pero jamás podrás saber qué extraño viento hizo materializarse esas palabras. Mi fuente es inagotable, la tuya si copias se limitará a las palabras que yo quiera mostrarte aquí. Si deseas utilizar mis palabras porque reflejen tu sentir, al menos, no guardes en secreto mi autoría o te la adjudiques a ti mismo e impidas que otros puedan acudir a mi fuente a beber.

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