jueves, 6 de julio de 2017

Ni una brizna de viento

Christophe Jacrot.
Detalle con filtro

El silencio se sumerge en las calles
en las noches del solitario insomne.
E invade como sigilosa niebla,
sibilina, lechosa y serena,
cada rincón, cada rama, cada huella. 

Y es entonces cuando la pena pesa.
Pesa como el yunque, como la culpa, como la piedra. 

A lo lejos ladra un perro, o dos o un ciento. 
Y la luna se esconde tras las nubes que amenazaban tormenta.
Ni una brizna de viento, 
ni siquiera una palabra hueca. 

Porque el silencio acecha, 
porque el silencio acosa
porque el silencio aplasta.
Deja sordo al corazón
en esta noche de tormenta. 

Tu amor me hacía grande,
tan grande como todo lo que pudiera abarcar con mis ganas.

Y ahora soy tan pequeña,
no ocupo más que la más pequeña de mis lágrimas.

(Texto escrito entre diciembre de 2011 y mayo de 2012 aproximadamente. Al pasar de borrador a publicación se ha cambiado la fecha de publicación.)